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Tendilla, "historia de una feria"

Tendilla perteneció a los Mendoza o sus descendientes hasta la Constitución de Cádiz.
La actividad comercial más importante de Tendilla por muchos años fue su Feria.
En Tendilla se celebraba desde el Siglo XIV hasta los pasados años sesenta su famosa Feria.

En Tendilla han existido dos Ferias: la de San Mateo (de caracter local, ganadera y a finales de septiembre) y la de San Matías (hacia el 24 de febrero), que fue la más importante. Eran Ferias "francas", es decir que tenían que pagar a las Haciendas Reales unos impuestos nulos o muy reducidos sobre las transacciones mercantiles que allí hubiera, como en las Ferias de Medina del Campo o Valladolid.


Al ser la primera feria que se celebraba en el año, San Matías era la primera oportunidad de comerciar con los productos fabricados o almacenados durante el invierno.

En documentos antiguos se habla de la Feria de San Matías como que es el privilegio encontrado en el Archivo de Simancas y que en 1484 otorgaron los Reyes Católicos a las mismas confirmando su carácter de "ferias francas".


En ello influyeron la pretendida antigüedad previa de este privilegio (desde tiempos de Juan II, a inicios del siglo XIV), el interés de los Reyes en incentivar el comercio y la ocasión de hacer una merced al segundo Conde de Tendilla, sobrino y protegido del todopoderoso ministro Gran Cardenal Mendoza. Una idea del incremento de transacciones en la feria (y por ello de la pujanza de la misma) la dan los impuestos (o "pechos") que pagaban los comerciantes judíos que vinieron a aposentarse a Tendilla hasta la expulsión en 1492.


No aparecen judíos en los "pechos" de 1464, apenas pechan 300 maravedíes en 1472 pero sus "pechos" aumentan más de 2800 en el período de 1486 a 1491.

La Feria sigue en marcha en los años posteriores y el segundo Conde de Tendilla, tras ser nombrado Alcaide de la Alhambra granadina en 1492, se informa en sus cartas de 1497 sobre los beneficios que le proporcionó la venta en subasta de la alcábala (impuesto a los comerciantes) de la Feria y solicita que le compren allí mercancías como "buenos hilos de Olanda" pues no los podía obtener tan buenos en Granada.


La Feria fue cuidada especialmente por los Condes de Tendilla y Marqueses de Mondéjar.


El apogeo de la Feria (y de Tendilla) se produjo en el siglo XVI. Según se cuenta en las Relaciones Topográficas de Felipe II (1580) "venían a Tendilla muchos mercaderes trayendo paños de todas las clases y de muy buenas calidades ya que era la primera feria del año y en ella se ponían a la venta los paños elaborados durante todo el invierno.

Los paños venían de toda Castilla, Aragón, paños extranjeros, terciopelos, rasos y damascos. También había tiendas de joyería, mercería, mercadería de Flandes, lienzos traidos por vizcaínos y mercaderías extranjeras. Venían portugueses con hilos y lienzos así como especias, drogas y conservas de la India.


Asimismo había plateros, se vendía cera y se podían comprar pescados de todas clases".


Aunque también era de ganado, como hemos indicado, se vendían especias, lana, plata, telas y artesanía, siendo comparable a la de Medina del Campo. La Feria llegó a durar 30 días y parecía una "Alcaicería granadina".


Asimismo Tendilla era por entonces uno de los primeros productores vinícolas provinciales. Tanto si un lector consulta una Historia de España grande (como la de Espasa) o media (como las de Planeta o Alfaguara) encontrará que la principal o única referencia a Tendilla es a través de su Feria. Incluso aparece en libros como el que el francés Fernand Braudel dedicara al Mundo Mediterráneo en tiempos de Felipe II.


Pero los comerciantes de Tendilla no sólo comerciaban en su villa sino que participaban en otras ferias como la que logró para Pastrana el Príncipe de Eboli (y luego Duque de Pastrana) tras comprar el lugar en 1569.


Y marchaban a Sevilla a recibir las mercaderías compradas previamente en las Indias o que se pusieran a la venta en la Casa de Contratación a la llegada de la Flota.


Así aparece en documentos de 1614 encontrados en el Archivo de Protocolos Notariales de Pastrana. Como la Feria transcurría en invierno, se celebraba en los soportales de la Calle Mayor para no mojarse.


Por ello los soportales de Tendilla tienen casi 2 Km de largo. Un soportal consiste en que las casas están, en parte, por encima de la calle, usando columnas madera o piedra.


La riqueza de los Condes de Tendilla se debía en parte a la Feria de Mercaderías de Tendilla: ganaban sólo con un impuesto del 3% de alcábala unos 1200000 maravedíes en los 15 días que duraba la Feria en su apogeo del Siglo XVI (en el reinado de Felipe II un maravedí equivalía a 2 pts de 1972). En adelante fueron decayendo los ingresos y la población:

en el Siglo XVI Tendilla tenía mas de 600 casas con unos 2800 habitantes en 1580 (Relaciones Topográficas) y 604 vecinos en 1591 (Vecindario de Castilla), mientras que en 1752 (Catastro de Ensenada) había sólo 165 casas con 752 habitantes! En el caso de Tendilla también pudieron influir las riadas en el estrecho valle de Tendilla juntándose a causas generales como la peste que asoló Castilla desde finales del reinado de Felipe II y que llegaría a La Alcarria en 1599, la despoblación general de toda Guadalajara, la creación de la Feria de Pastrana, las cíclicas malas cosechas, el alza de precios como consecuencia de la llegada del oro de América y las guerras (en un siglo se cuadruplicaron precios que antes apenas cambiaban).


Cuando Felipe V confiscó los bienes al Conde de Tendilla por apoyar al Archiduque solo pudo obtener en 1706 de todas sus tierras en Guadalajara 509 reales! Además la Alcarria fue un campo directo de batalla en la guerra de Sucesión y Tendilla saqueada en 1710.


El hecho es que el Marqués de Mondéjar (residente en ésta villa o en la Corte) recibía en 1752 solo 1544 reales anuales (34 maravedíes eran un real de aquellos tiempos el cual equivale a unas cien pesetas de los años 80) por las alcábalas de la Feria.


Autores como Larruga en 1791 hablan de la gran despoblación de toda la provincia de Guadalajara, a pesar de los intentos de Felipe V de revitalizar la provincia.


La Feria de Tendilla fue decayendo, Tendilla nuevamente saqueada en 1809, y en el Siglo XIX la feria lo era sólo de ganado, aunque fuera la más importante del partido judicial de Pastrana. En el Diccionario Geográfico de Pascual Madoz (editado entre 1845-1850) se indica que la Feria de San Matías duraba tres días y se dedicaba principalmente a ganado mular, arreos y tiendas de paños y hierros.


Se vendían monturas de animales, aperos de labranza, sombreros, botijos, navajas, hierro viejo, guitarras, miel, dulces, queso, productos de la matanza y se hacían bailes, rifas y subastas. Pero las estrellas de la feria y a las que debía su fama eran las mulas que se mostraban y vendían a la salida del pueblo en su parte oriental camino hacia Sacedón.


Con las mulas venían los "muleteros" y los gitanos que hacían tratos en su nombre o en nombre de otros, recibiendo por ello una comisión.


Todas las incidencias y movimientos mercantiles se registraban en el "Libro de Ferias" del que hay ejemplares de los siglos XIX y XX en el Archivo Municipal.


A cada cual se le asignaba una parte dónde poner su género aprovechando fundamentalmente la parte aportalada (soportales) que es la que les preservaba de la lluvia o de las posibles nevadas. Venían muchas cabalgaduras, mulas viejas y "muletas", incluso bueyes de tiro.

Por aquel entonces la gente vivía en el primer piso de las casas pues toda la planta baja era una cuadra que se alquilaba en los días de la feria. Las economías se completaban con lo que los vecinos podían ganar durante la Feria. La población de Tendilla (casi mil habitantes al inicio del siglo XX) llegaba a multiplicarse por ocho en estos días.


Ya había gente para la Feria hacia el 18 de febrero, empezaba el 22 y acababa hacia el 26.


No se podía andar por la "carretera" (la Calle Mayor) del pueblo. Como en febrero no era raro que nevase, los vecinos miraban los cielos y sabían que si el 21 estaba nublo se podía estropear la Feria, pero si se nublaba el 23 no, por estar ya en el pueblo los feriantes.


Comparándolas con el siglo XVI, Julio Caro Baroja menciona que "las Ferias no son ya ni sombra de lo que fueron" al describir Tendilla hacia 1950 en "Los Baroja".


Su hermano Pío Caro Baroja le hace también mención en su "Romancillo del Tío Miguelillo" en la estrofa "El señor cura y yo/ vamos de trato a Tendilla,/ que es la feria más famosa/ de la Alcarria".

La Feria desaparecería al generalizase el uso de los tractores.

Solo cuatro puestos se pusieron en la plaza en 1969-70. Desde 1994 se está recuperando su celebración el fin de semana más cercano al 24 de Febrero, obviamente desde una perspectiva actualizada.


Por cierto, la Iglesia trasladó la festividad de San Matías al 14 de mayo.


En el refranero popular están coplas como "No compres mula en Tendilla/ni en Brihuega compres paño/ni te cases en Cifuentes/ni amistes en Marchamalo/La mula te saldrá falsa/el paño te saldrá malo/la mujer te saldrá tuna/y los amigos contrarios". También se decía "Mula de Tendilla, amistad de Alcocer y mujer de Hita, no me la des", o el "En llegando la Feria de Tendilla/ deja tu casa y vente a la mía". Y también en el cancionero popular alcarreño, como la copla "Parece tu corazón/ la posada de Tendilla,/ que cuando llega la Feria/ está llena de mulilla".

Para recuperar un poco el comercio de este pueblo se ha creado ahora a partir del 2007 el Mercado de lo antiguo está abierto ahora en Tendilla tanto a profesionales del sector como a particulares que deseen poner en venta los más variados objetivos, con la única condición de que tengan alguna antigüedad donde los visitantes puedan elegir.


Los mercados llevados a cabo desde el pasado 4 de abril de este año, que fue el primero, han cumplido con las expectativas que se habían planteado sus organizadores.


Más de una docena de puestos atrajeron a curiosos y turistas, que pudieron hacerse con un sinfín de antiguos utensilios con los que adornar sus casas.


Desde entonces, todos los domingos primeros de mes se celebra este peculiar mercado que apuesta por mantener la actividad económica de Tendilla, siendo un motivo más para acercarse a este pueblo de soportales planos, largo y estirado a lo largo de la carretera. La villa está declarada "Conjunto de Interés Histórico", destacando en ella la iglesia inacabada, el Palacio de los López Cogolludo, la Calle Mayor soportalada, las casas nobiliarias con escudos y las ruinas del convento de Santa Ana, donde estuvieron los mausoleos de los Condes de Tendilla, hoy en la iglesia de San Ginés de Guadalajara, pudiéndose también visitar el museo etnográfico inaugurado recientemente. La situación geográfica de Tendilla la ha hecho sufrir abundantes riadas que han sido recogidas desde tiempos antiguos.


Las aguas pueden descender por el denominado "barranquillo" al norte de la villa o desde el barranco de Valdeauñón al sur, siendo éstas las mas peligrosas.


Asimismo el arroyo Pra que corre por la vega de Tendilla puede desbordarse cuando la lluvia es intensa pues todo el agua caída desde el comienzo del valle (en Peñalver, al Este) acaba en Tendilla anegándolo todo. La mala situación de la Villa disminuyó sus posibilidades de crecimiento.


Hay variadas referencias en el Archivo Municipal a los gastos provocados por las riadas en el siglo XIX. Ya en el siglo XX, la riada del 9 de junio de 1915 destacó entre todas pues el lodo y cascajo arrastrado tapó la fuente "vieja" y los soportales, es decir, más de dos metros de altura de lodo y piedras dejó tras acabar la riada.


Finalmente se realizaron obras en el barranco de Valdeauñón acabadas en 1925, construyéndose unos fuertes diques y repoblándose la zona con un pinar de pino carrasco. Con ello se evitan las riadas procedentes del sur pero no las del barranquillo al norte (con unos mínimos diques) o las del arroyo Pra.


De hecho se ha publicado en la prensa el 23 de julio de 2001 las negociaciones entre la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Confederación Hidrográfica del Tajo para realizar las actuaciones necesarias para evitar inundaciones en Tendilla, Jadraque, Molina y Guadalajara.


Las últimas tres riadas fueron las del 12 de julio de 1971, la del 22 de agosto de 1983 y la del día de Santiago de 1987. La calle Mayor puede quedar llena de piedras y lodo como se ve en esta foto de 1971, y el pueblo se quedaba sin agua corriente por la rotura de las conducciones.
Lo primero que llama la atención en esta pequeña localidad es la impresionante imagen del ábside de su Colegiata con sus grandes muros respaldados por poderosos contrafuertes.
Cuando llegas por la soportalada Calle Mayor a la Plaza y paras a tomar un refrigerio en el camino y comprar unos bizcochos borrachos, aprecias que este monumento no pudo concluirse y quizá te plantees conocer cómo se gestó su construcción y quién diseñó su trazado.

Mucho tiempo se ha estado escribiendo que su primer tracista y director fue Francisco de Naveda desde 1566 hasta su muerte en 1575, y que ya en el siglo XVII el proyecto original fue modificado y las obras continuadas bajo la dirección de Juán Ortega Alvarado, quién en 1616 realizaría la portada que actualmente vemos dando a la Plaza. Sin embargo, el proyecto debería haber sido anterior a 1566 pues el segundo Conde de Tendilla (el "Gran Tendilla") en su testamento de 1515 en Granada, pocos días antes de morir, legaba 20000 maravedises para iniciar su construcción.
El tercer Conde, Luis Hurtado de Mendoza, debió iniciar las obras. ¿Pasaron, pues, cincuenta años para que comenzaran éstas? Tanto la villa de Tendilla como el conde no eran precisamente pobres. ¿Quién pudo ser el verdadero primer tracista y arquitecto?
Para nuestra sorpresa de profanos, especialistas en el tema coinciden en afirmar que fue Rodrigo Gil de Hontañon (Rascafría 1500 - Segovia 1577), gran artista del plateresco y autor del Palacio de Monterrey en Salamanca, la Universidad de Alcalá de Henares, la Catedral de Astorga y que intervino en las Catedrales de Santiago, Salamanca y Plasencia.

El primer investigador, en nuestro conocimiento, en realizar esa atribución fue John Douglas Hoag en su Tesis Doctoral sobre Rodrigo Gil de Hontañón leída en Yale (USA). Hoagh viajo primeramente por España en 1954 y ha publicado una biografía de Hontañón (Xarait Ediciones, 1985) incluyendo fotos y planos de la Colegiata de Tendilla realizados por él mismo.
Posteriormente la atribución ha sido confirmada por Antonio Casaseca Casaseca en su Tesis Doctoral de la Universidad de Salamanca (1986), publicada por la Junta de Castilla y León en 1988, en que estudia en profundidad la vida y obra de Rodrigo Gil.
Casaseca indica la participación de Hontañón en las obras de Tendilla en los años 1539 a 1542 en la página 323 de su libro.
Dentro de los investigadores dedicados a la provincia de Guadalajara, María Teresa Fernández Madrid en su tesis sobre "El Mecenazgo de los Mendoza en Guadalajara" (leída en la Universidad Complutense de Madrid en 1989 y publicada bastante resumida por la Diputación de Guadalajara en 1991) acepta la asignación de la Colegiata de Tendilla a Hontañón y (lo que creemos importante) el conocido especialista en arquitectura religiosa en la provincia de Guadalajara Jose Miguel Muñoz Jiménez incluye en su artículo publicado en el número de 1996 de la revista Wad-al-Hayara, pag 293, sobre las "Iglesias de Salón" (iglesias en las que el transepto no es más ancho que el conjunto de las naves) a la Colegiata de Tendilla como realizada por Hontañón y con la traza documentada entre 1530 y 1535.
Las capillas de la iglesia encierran auténticos tesoros de gran calidad y relevancia artística. Valga como ejemplo el retablo de la Capilla de la Concepción, propiedad en su día de Martín y Pedro de Hircio, compañeros de Hernán Cortés en la conquista de Mejico.

La figura de la Inmaculada Concepción es, con toda certeza, el ejemplar más denso y majestuoso del romanismo riojano. La imagen en su origen estaba acompañada por la de dos angeles, situados en su parte superior, de los que sólo queda uno. El otro fue depredado por algún ladrón sacrílego de la misma ralea de los que, durante los años 40 y 50, recortaban con cuchillas de afeitar los miniados de los numerosos libros cantorales situados en el coro.

Para evitar algunas de las estrecheces propias de la postguerra, Carmen Baroja (hermana de Pío Baroja) compró en 1947 una casa y unas tierras en Tendilla para, con los productos de las mismas, subsistir sin recurrir al estraperlo ("comer con un poco de seguridad"). La casa se conocía como "El Parador del Tío Ruperto" y Carmen "se reservó la parte menor, que adecentó algo, construyendo un solano o balcón corrido que da al patio" dónde secaban judías y calabazas. El balcón se conserva actualmente y en él comían en el buen tiempo mirando hacia el pinar y las ruinas del Convento de Santa Ana, al sur de Tendilla. Julio Caro Baroja recuerda en su libro de memorias familiares "Los Baroja" sobre Tendilla que "no produce ya lo que producía en materia de aceites, harina, garbanzos, etc," y "aquellos jamones que eran los de mejor gusto que he comido en mi vida". Acerca de la Feria dice que "ya no es ni sombra de lo que fuera". Claro está, era la postguerra y eran tiempos difíciles. Sobre los vecinos cuenta que eran "los últimos representantes de la gravedad, del estoicismo hispano". Los Baroja solían ir en autobús a Tendilla en primavera y otoño, aunque alguna vez fueron en pleno invierno. Carmen estaba ilusionada con su casa y tierras, y le gustaba saborear placeres sencillos como sentarse bajo las nogueras alguna tarde apacible. Con ella viajaron sus hijos Julio y Pío Caro Baroja, y alguna vez su hermano Ricardo Baroja , el pintor, pero nunca fué allí Pío Baroja. Carmen murió de cáncer en junio de 1950.

Julio Caro Baroja comenta sobre los tiempos de la postguerra en Tendilla que "casi todo el pueblo lo constituían renteros de unas cuantas familias que habían ido acaparando la propiedad durante el siglo XIX y, sin embargo, todo estaba triturado, pulverizado, por las compras y ventas, las herencias sucesivas, etc", teniendo los campesinos que desplazarse grandes distancias de un pequeño terreno a otro.
La economía era principalmente agrícola. En la memoria local han quedado los nombres de dos grandes propietarios de tierras en la postguerra: Juan Aldeanuava y el general Ampudia.
En su casa de Tendilla Julio escuchó costumbres y tradiciones (por ejemplo "los botargas") cobre las que escribiría y que recordaría en sus libros, por ejemplo cuando en "Los Vascos" relaciona un ritual local con la copla "que cantan los aldeanos de Guadalajara:
No he visto gente más bruta/ que la gente de Alcocer:/ que echaron el Cristo al río/ porque no quiso llover.". La presencia de los Baroja en Tendilla se recuerda en una placa en la Plaza Mayor que recoje el comentario al respecto que hizo Camilo José Cela en su "Viaje a la Alcarria" (1948):
"Por aquí paso C.J. Cela el 13 de junio de 1946. En este pueblo es dónde tiene un olivar don Pío Baroja para poder tener aceite todo el año".
Los descendientes vivos de los Baroja han dejado de ir por Tendilla en el presente.


En fin en Tendilla se observa el pasado en las huellas de sus piedras, dando sus soportales en calor especial y su sello inigualable.

En este pueblo además de los Mendoza y Pio Baroja, estuvo viviendo mi madre con su familia, ya que mi abuelo Saturnino Roca, fue secretario del ayuntamiento durante unos años en este pueblo, cuando eran jovencita mi madre.

Vivieron de alquiler en la casa que hay detrás de la fuente dando al arroyo. Se acuerda mi tía Consuelo de sus paseos con las amigas y los coqueteos que tenían de jovencillas por estas tierras. Cuando murió la primera mujer de mi tío Antonio, fue a buscar a mi tía Mercedes precisamente a Tendilla para pedir la mano a su padre y se casó de segundas con mi tía en Budia.

La casa donde vivieron ellos en Budia, ahora es nuestra y la podéis ver en la Plaza de España, número 3. Estáis invitados. Decir que sois un amigo virtual de este blog y una cervecita seguro que os podréis tomar al fresquito, charlando un rato con nosotros en la bodega.



nota: algunos textos e imágenes de este reportaje han sido rescatados de publicaciones escritas por José Luis García de Paz de Tendilla, localizadas en la web con las siguientes referencias:
http://www.uam.es/personal_pdi/ciencias/depaz/mendoza/tendilla.htm

http://www.uam.es/personal_pdi/ciencias/depaz/mendoza/tendferi.htm 

1 comentario:

depaz@uam.es dijo...

Hola Chema

Me puedes copiar fotos y texto sobre Tendilla , pero para ello solicito que me cites como bibliografia o como referencia, que es lo logico, en algun sitio del blog. Es que tienes fotos mias y de mi familia, ademas de porciones de lo que yo he escrito. Saludos

Jose Luis Garcia de Paz
Tu pagina
http://budiamitierra.blogspot.com.es/2007/02/tendilla-historia-de-una-feria.html

La mia
http://www.uam.es/personal_pdi/ciencias/depaz/mendoza/tendilla.htm

http://www.uam.es/personal_pdi/ciencias/depaz/mendoza/tendferi.htm

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