En la vega verdeciente,
Henares transporta el agua,
pasa lamiendo en el puente
que cabalgó Santillana,
y se va por el poniente
hacia Guadalajara.
Dos estrofas más adelante puede leerse:
El Henares, siempre en marcha,
llega de remotas fuentes,
sueña y ríe, ríe y danza,
y tras beberse sus nieves
asomarse pronto quiere
a la Alcalá musulmana.
Por su parte, la poesía Quietud está dedicada en su totalidad a nuestro río. Dice lo siguiente:
Río Henares,
descansa.
has visto muchos combates
en Sigüenza.
y en Jadraque.
Descansa ahora,
no me rocíes
de tu agua.
Mira que está tinta,
y que sangra.
Río Henares,
descansa.
1 comentario:
Este mensaje es para Juan Pablo Mañueco. Primero, mi felicitación por tu poesía. Por este espacio desde donde se puede pasear La Alcarria.Segundo, deseo comunicarme contigo. Te envío mi mail: juliesopetran@gmail.com Gracias. Un abrazo, Julie Sopetrán
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