En esta entrada os mostrare como eran las fiestas con los toros, en mi pueblo, Budia, en el corazón de La Alcarria, cuando yo nací...hace ya más de cincuenta y tantos años... a mediados del siglo XX.
Aquí veis como se preparaba el ruedo en la plaza para celebrar las fiestas.
Cada familia ponía una escalera atada a unas maderas del estrado y dejaba otra soga para agarrarse y subir rápido cuando llegaba el toro.
La guardia civil, siempre ha estado en Budia y como se ve en esta fotografía cogían un sitio relevante en la plaza.
En esta otra fotografía, se ve la puerta de nuestra casa a la derecha y parte del balcón del salón. Seguramente la tía Mercedes estaba en la habitación del segundo piso quitándose el sol con un abanico. Podría ser mi madre o la tía Consuelo.
Los jóvenes estaban siempre atentos para subirse lo más rápido posible por su escalera.
Como veis la puerta de nuestra casa no tenía ni siquiera un burladero, por eso nos contaba la tía que más de una vez se ha metido el toro en nuestra casa.
Una vez se metió en la bodega y los hombres que corrían delante del toro se metieron dentro de una tinaja.
En otra ocasión se metió el toro hasta la cocina y se le sacó tirando del rabo porque no podía darse la vuelta por la escalera.
En esta otra foto se vé un trillo como burladero que cubría la entrada del bar que había donde ahora está el banco Santander.
Alguno se enganchaba hasta en una piedra que estuviera un poco fuera de la fachada. ... y otros se subían a los palos como las gallinas, hasta lo más alto... y otros un poco más valientes se atrevían a estar en medio de la plaza para salir corriendo en cuanto se acercara el astado.
Como veis la plaza no estaba empedrada.
Las familias enteras cubrían las ventanas y los balcones.
En esta otra imagen se vé como eran los secaderos en la última planta.
El bar de la plaza estaba que no cabía un alfiler.
Es curioso el cartel de vinos y licores, cervezas y aperitivos, junto al moderno cartel de la"pepsi".
El tendido de la luz tambien era primitivo y se ven las piezas de cerámica que utilizaban como aislantes cuando se tensaban los cables en las barras de hierro que se clavaban en las fachadas.
...
El pueblo ahora está mucho más cuidado, aunque viven muchísimas menos personas.
El turismo rural se está abriendo paso hoy en día y únicamente se observan algunas huellas susurando la historia.
Estais invitados a ver los toros en San Pedro o en la fiestas de la Virgen del Peral.
Teneis nuestros balcones a vuestra disposición.
La alegría está garantizada y algunos revolcones con las vaquillas para los más valientes también.
Aquí veis como se preparaba el ruedo en la plaza para celebrar las fiestas.
Cada familia ponía una escalera atada a unas maderas del estrado y dejaba otra soga para agarrarse y subir rápido cuando llegaba el toro.
La guardia civil, siempre ha estado en Budia y como se ve en esta fotografía cogían un sitio relevante en la plaza.
En esta otra fotografía, se ve la puerta de nuestra casa a la derecha y parte del balcón del salón. Seguramente la tía Mercedes estaba en la habitación del segundo piso quitándose el sol con un abanico. Podría ser mi madre o la tía Consuelo.
Los jóvenes estaban siempre atentos para subirse lo más rápido posible por su escalera.
Como veis la puerta de nuestra casa no tenía ni siquiera un burladero, por eso nos contaba la tía que más de una vez se ha metido el toro en nuestra casa.
Una vez se metió en la bodega y los hombres que corrían delante del toro se metieron dentro de una tinaja.
En otra ocasión se metió el toro hasta la cocina y se le sacó tirando del rabo porque no podía darse la vuelta por la escalera.
En esta otra foto se vé un trillo como burladero que cubría la entrada del bar que había donde ahora está el banco Santander.
Alguno se enganchaba hasta en una piedra que estuviera un poco fuera de la fachada. ... y otros se subían a los palos como las gallinas, hasta lo más alto... y otros un poco más valientes se atrevían a estar en medio de la plaza para salir corriendo en cuanto se acercara el astado.
Como veis la plaza no estaba empedrada.
Las familias enteras cubrían las ventanas y los balcones.
En esta otra imagen se vé como eran los secaderos en la última planta.
El bar de la plaza estaba que no cabía un alfiler.
Es curioso el cartel de vinos y licores, cervezas y aperitivos, junto al moderno cartel de la"pepsi".
El tendido de la luz tambien era primitivo y se ven las piezas de cerámica que utilizaban como aislantes cuando se tensaban los cables en las barras de hierro que se clavaban en las fachadas.
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El pueblo ahora está mucho más cuidado, aunque viven muchísimas menos personas.
El turismo rural se está abriendo paso hoy en día y únicamente se observan algunas huellas susurando la historia.
Estais invitados a ver los toros en San Pedro o en la fiestas de la Virgen del Peral.
Teneis nuestros balcones a vuestra disposición.
La alegría está garantizada y algunos revolcones con las vaquillas para los más valientes también.
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